Nací en Ucrania en 1978, que era uno de los paises de la Union Sovietica. En 1996, llegué a Argentina con muchas expectativas, sueños y esperanzas. Con el paso de los años, comencé a extrañar el kvas, pero en 2013 descubrí que la kombucha había empezado a ganar interés en Argentina y ya era posible conseguir scoby para reproducirla en casa, aunque yo logré crear el scoby desde cero antes de encontrarlo en otro lugar. En 2014 empecé a escuchar noticias sobre el kefir de agua y los nódulos que se compartían entre aquellos que querían ampliar su dieta saludable.

Este año, tuve la suerte de leer un mensaje de una señorita en un foro, la cual compartió la receta antigua de kvas que le había enseñado su abuela. Con esta información, comencé el largo camino de aprendizaje, con muchos errores, equivocaciones y arrepentimientos, pero con un solo objetivo: revivir la receta antigua y adaptarla a la realidad actual. Quería poder volver a disfrutar de esta magnífica bebida y tenerla siempre presente en nuestra familia. En ese momento, aún no sabía que en varios años estaría ofreciendo el kvas a más gente.

Logré crear mis primeras versiones de kvas usando levadura. La bebida resultó ser muy inestable y se echaba a perder en pocos días, generando cantidades notables de alcohol. Esto me motivó a probar la receta antigua compartida por una señorita en un foro. Al principio, pasé meses tratando de lograr mis primeras recetas con las cantidades adecuadas de ingredientes. Noté que el kvas podía permanecer más de una semana sin acidificarse demasiado si se guardaba en la heladera a ciertas temperaturas. Los sabores resultaron ser más agradables en comparación con el kvas elaborado con levadura.

He trabajado en una empresa petrolera entonces. Comence a elaborar el kvas y dejar a mis compañeros de trabajo a degustarlo para ver su reaccion, escuchar criticas y opiniones.

Hemos vendido nuestra primer botella de kvas y creamos la pagina de Kvasar en Facebook.
Hicimos el primer diseño de las etiquetas.